Se denomina afta bucal a aquella lesión ulcerosa, superficial, de tamaño relativamente pequeño, forma redondeada y con halo rojo bien delimitado.
Se trata de una herida muy dolorosa, de origen desconocido, pero benigna que suele desaparecer tras 1-2 semanas. Afecta al 20% de la población, sobre todo a las mujeres, menores de 40 años, no fumadores y en pacientes con mayor nivel socioeconómico. Además tienen carácter hereditario.
Su localización más frecuente es en superficies interiores de las mejillas, cara interna de los labios, dorso y bordes laterales de la lengua, vestíbulo superior de la boca y en encías.
Su presencia determina la existencia de:
- Una o varias protuberancias rojizas y dolorosas que se convierten en úlcera abierta.
- Una llaga de centro blanco de tamaño pequeño (siempre menos de un tercio de pulgada o de 1 cm de diámetro).
- Más raramente asociada a fiebre no muy alta, malestar general y cadena ganglionar submandibular inflamada.
- Mucho dolor, que suele cesar en un período de tiempo de 7 a 10 días.
POSIBLES CAUSAS DE LAS AFTAS BUCALES
A pesar de que se desconozca su origen, si que se puede relacionar con:
- Estrés, ansiedad, pacientes que duermen menos horas de las necesarias.
- Reflujo gastroesofágico y pacientes infectados con la bacteria “Helicobacter pylori”.
- Mordiscos en la lengua. Limpieza dental muy agresiva.
- Alteraciones hormonales.
- Alteraciones del sistema inmunológico. Asociadas a infecciones virales.
- Déficit de vitamina b12, C, hierro, ácido fólico y zinc.
- Consumir ciertos tipos de alimentos como el chocolate, bebidas ácidas, café.
- Algunos medicamentos antiinflamatorios.
- Alergias alimenticias.
Pasado el tiempo tras su aparición, se convierten en una úlcera abierta de color blanco-amarillento y cuando van a curar cambian a color grisáceo. No son contagiosas, pero si aparecen con mucha frecuencia. Suelen desaparecer por sí mismas y no dejan cicatrices.
AFTAS CONTROLADAS POR SU DENTISTA
Sin embargo, sería necesario visitar al médico cuando:
- El afta es demasiado grande de lo habitual.
- Tarda más de 3 semanas en desaparecer.
- Reaparezca rápidamente después de haber curado otra previa.
- En un mismo año se padecen más de 3 veces.
- Presente signos de que esté infectada.
- Existan síntomas de pérdida de peso injustificada, falta de apetito, diarrea, fiebre, dolor de cabeza o erupciones en la piel.
Si las aftas persisten más de la cuenta o continúan reapareciendo se deben hacer otros exámenes médicos exhaustivos, incluida la biopsia, para buscar otras causas de mayor importancia como alergias a medicamentos, eritema multiforme, lesiones precancerosas, infecciones por herpes o liquen plano ampollar.
Es importante no confundir las aftas con las calenturas o herpes labiales. Las boqueras las causa el VHS (VIRUS HERPES SIMPLE) y se presentan en la parte exterior de la boca, en la zona labial y son muy contagiosas.
TRATAMIENTOS DE LAS LESIONES ULCEROSAS BUCALES O AFTAS
Existen tratamientos paliativos específicos para acelerar la curación de las lesiones aftosas y para mitigar el dolor.
- Hay cremas, geles, sprays y colutorios de farmacia que protegen las aftas de infecciones oportunistas, que son antisépticos y que disminuyen el dolor asociado. Suelen llevar ácido hialurónico, aloe vera y/o clorhexidina en su composición.
- También existen remedios caseros como enjuagarse con bicarbonato, agua con sal o agua oxigenada diluida, que se aplican directamente sobre la lesión.
Es fundamental que en el tiempo de curación se eviten las comidas muy especiadas, saladas o picantes porque acentúan el dolor. Sin olvidar que una correcta higiene bucal diaria, con cepillos suaves, ayudará a reducir la aparición de lesiones. Nunca usar además enjuagues que contengan alcohol.
Si percibe alguna lesión que pueda identificar como llaga o úlcera aftosa no dude en acudir a nuestra clínica dental Candilejas 60, de la que a continuación ofrecemos el siguiente enlace con los datos de contacto. Nuestra directora médica y su equipo de profesionales estarán encantados de atenderle para diagnosticar su lesión, y orientarle en los cuidados de la misma y en el uso de los productos farmacéuticos adecuados para curar más rápidamente su herida bucal.